Mucho es lo que se ha dicho sobre esta frase: “si va a tomar no maneje”, “si va a tomar entregue las llaves”, y muchas más, pero lamentablemente aún no se hace termina de hacer conciencia sobre la problemática y respondemos con frases como: “Es que yo manejo mejor borracho”, o “Una cervecita y no más” o “Yo me siento perfectamente para manejar”
La realidad, es que los sentidos y los reflejos se alteran desde la primera cerveza, generando que tengamos una capacidad de reacción más lenta ante los obstáculos de la vía. Esto sucede porque el licor se absorbe en la sangre por medio de los vasos sanguíneos del estómago y el intestino delgado y luego viajan hacia el cerebro, reduciendo la capacidad de reacción de las células nerviosas.
Adicionalmente, la sangre lleva alcohol también al hígado, para que este órgano lo metabolice y neutralice su toxicidad, pero cuando la dosis recibida es muy alta, este no puede procesarlo solo y el licor permanece en la sangre circulando, haciendo que los pulmones reduzcan su capacidad de oxigenación al cerebro.
Desde el consumo de 0.2 gramos el cerebro comienza a afectarse, y disminuye su capacidad para resistir distracciones, su concentración y su capacidad de desviar la atención de un estímulo a otro y de realizar varias acciones simultaneas, la percepción y habilidad motora se reducen haciendo que reaccionemos más lentamente y lo que es más grave, experimentamos una falsa sensación de seguridad que hace que no seamos realmente consciente de los riesgos que se nos presentan.
Según los datos presentados por las autoridades en Colombia durante un año se generan en promedio 5000 muertes y 3000 heridos a causa de los conductores embriagados.
Debido a estas alarmante cifras, es necesario generar leyes regulatorias para prevenir la circulación de borrachos al volante. En Colombia, esto se regula mediante la Ley 1696 de 2013, más conocida como Ley Merlano, que estipula los grados de alcoholemia y las sanciones a implementar:
En caso de que el conductor se niegue a presentar la prueba será igualmente multado y se le podrá cancelar la licencia.
En caso de que el conductor embriagado, llegue a arrollar a alguien con el vehículo, deberá afrontar las consecuencias penales, y en caso de que el afectado falleciera se declarará como homicidio culposo, es decir con intención.
Es necesario recalcar que no se requiere consumir licor para divertirse, y que actualmente los bares y discotecas ofrecen múltiples opciones de bebidas para abstemios como jugos, gaseosas, cocteles y cervezas sin licor.
En caso de que quiera tomarse unos traguitos con sus amigos, recuerde que puede escoger movilizarse en taxi, elegir un amigo que no tome para conducir o que las aseguradoras ofrecen el servicio de conductor, para conducir su carro y llevarlo a casa cuando usted ha tomado.
No hay excusas para conducir si ha tomado.
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